
Consejos para el verano
Con el verano llegan los aumentos de temperatura, los viajes, los cambios de dieta y nuestras rutinas. Así tengas planificado un viaje de vacaciones o te quedes en tu casa, esta temporada amerita cuidados especiales para preservar tu salud. Te acercamos estos 10 consejos prácticos para disfrutar del verano 2025 con una buena salud digestiva.
1. Consumir frutas y verduras frescas
Incluir frutas y verduras frescas en tu dieta diaria es fundamental para mantener una buena salud digestiva. Estas contienen fibra y agua, lo que favorece el tránsito intestinal. Sin embargo, si tenés pensado viajar a otros países y no podés asegurar todas las medidas de higiene, asegurate de optar por alimentos cocidos o frutas que puedas pelar. Esto ayudará a evitar posibles contaminaciones por bacterias o parásitos que puedan afectar tu sistema digestivo.
2. Mantener y organizar horarios regulares de comidas
Comer en los mismos horarios todos los días contribuye a que tu sistema digestivo funcione de manera más eficiente y construye hábitos. Durante el verano, las actividades y cambios en las rutinas pueden alterar tus horarios, lo que podría provocar malestar estomacal. Establecer horarios regulares ayuda a minimizar el impacto de estos cambios y permite que tu cuerpo se adapte mejor a las nuevas condiciones. Este es un consejo no solo útil para el verano, sino también para todo el año.
3. Evitar comidas en exceso y grasas
Las comidas abundantes y ricas en grasa pueden ser difíciles de digerir, especialmente en climas cálidos. En lugar de consumir grandes cantidades en una sola comida, optá por dividirlas en porciones más pequeñas a lo largo del día. Además, las comidas al aire libre, comunes en verano, pueden aumentar el riesgo de intoxicaciones alimentarias.
4. No abandones la actividad física
El ejercicio regular no solo es beneficioso para tu salud en general, sino también para tu sistema digestivo. Actividades como caminar por una plaza o la playa, nadar o correr al aire libre pueden estimular el tránsito intestinal y ayudar a mantener un balance entre las calorías consumidas y quemadas. Además, el ejercicio contribuye a reducir el estrés, que también puede afectar negativamente la salud gastrointestinal. No olvides llevar agua para hidratarte mucho y evitar golpes de calor.
5. Hidratate adecuadamente
El agua es esencial para el buen funcionamiento de tu sistema digestivo, especialmente durante los meses calurosos. Beber al menos dos litros de agua al día te ayudará a prevenir el estreñimiento y a mantenerte hidratado. Si hacés ejercicio o pasas mucho tiempo al sol, podrías necesitar más cantidad. La hidratación adecuada también es clave para regular la temperatura corporal y evitar el agotamiento por calor. Mantener tu cuerpo hidratado es un consejo clave para mantener durante todo el año.
6. ¿Por qué agua embotellada?
Si viajás a un destino donde la calidad del agua no es confiable, siempre optá por agua embotellada. Evitá el hielo en las bebidas, ya que podría estar hecho con agua que te haga mal. Las bebidas calientes como el té y el café suelen ser seguras porque se preparan con agua hervida. Este cuidado extra te ayudará a prevenir enfermedades gastrointestinales como la diarrea del viajero.
7. Cuidado con los alimentos crudos
Es mejor evitar el consumo de frutas sin pelar, ensaladas, mariscos, carnes o pescados crudos o poco cocidos. También deberías evitar productos lácteos sin garantías sanitarias, así como pasteles, helados, cremas, etc. Los alimentos cocidos representan una opción mucho más segura para evitar infecciones alimentarias.
8. Incluir siempre un botiquín de viaje
Llevar un botiquín bien equipado puede salvarte de muchas incomodidades durante el viaje. No olvides llevar antidiarreicos o laxantes para atender cualquier eventualidad relacionada con tu sistema digestivo. Si sufrís de acidez o reflujo gastroesofágico, llevá antiácidos o tu medicación habitual.
9. Moderar el consumo de alcohol
Aunque el verano invita a disfrutar de bebidas refrescantes, es importante moderar el consumo de alcohol. Este puede retrasar la digestión, causar acidez estomacal y contribuir a la pesadez. Además, el alcohol contiene calorías vacías que podrían favorecer el aumento de peso. Disfrutalo con moderación para evitar efectos negativos en tu sistema digestivo. Además, no olvides de prestar atención al agua de los hielos utilizados.
10. Consultar sobre vacunas antes de viajar
Si planeás visitar destinos que lo requieran, no olvides investigar sobre las vacunas necesarias o recomendadas. Enfermedades como la hepatitis A, la fiebre tifoidea o el cólera son transmisibles a través de alimentos y agua contaminados. Consultá en un centro de vacunación o con tu médico al menos un mes antes de tu viaje, ya que algunas vacunas requieren más de una dosis o un tiempo previo para ser efectivas.