La enfermedad celíaca o celiaquía es una patología que en ocasiones puede pasar inadvertida o demorarse el diagnóstico, dando lugar a que las molestias gastrointestinales y/o síntomas asociados persistan en el tiempo.
Muchos mitos circulan alrededor de la celiaquía. Por eso, en el marco del 5 de mayo, Día Mundial de dicha enfermedad, el equipo de Gedyt te cuenta los 8 mitos de la celiaquía:
1 – Suele desarrollarse en la infancia. MITO.
Antiguamente se ha asociado su desarrollo en la infancia, sin embargo, puede presentarse a cualquier edad.
El 70% de los casos son diagnosticados en mayores de 20 años, y el 20% en mayores de 60 años.
Se estima que en Argentina 1 de cada 100 habitantes puede ser celíaco.
Se sabe que aparece con más frecuencia entre miembros de la misma familia. También se presenta asociada a enfermedades autoinmunes o se puede descubrir en pacientes asintomáticos.
2 – La celiaquía tiene “grados”. MITO.
No existen grados de celiaquía. No se es muy celíaco o poco celíaco. Los grados tienen que ver con la clasificación anatomopatológica que se obtiene con la biopsia del duodeno.
3 – La celiaquía se manifiesta solo a través de síntomas digestivos (como diarrea o vómitos). MITO.
La celiaquía se trata de un trastorno “multisistémico”, de modo que puede afectar a múltiples órganos y sistemas.
Existen manifestaciones extraintestinales, la mayoría obedecen a la malabsorción de nutrientes, entre ellas:
· Anemia por falta de hierro o ácido fólico
· Calambres
· Osteopenia u osteoporosis
· Alteración de las enzimas hepáticas
· Pérdida del esmalte dental
· Caída de cabello
· Debilidad o fatiga.
· Infertilidad de causa inexplicada
· Menarca tardía o menopausia precoz
· Migrañas
· Trastornos psiquiátricos especialmente depresión
· Convulsiones
· Lesiones en piel como la dermatitis herpetiforme
Por eso es importante sospechar la enfermedad en base a estas manifestaciones clínicas. Muchas veces la sospecha surge de la consulta con hematología o ginecología.
4 – “Los celíacos nos podemos curar con los años. La celiaquía desaparece con el tiempo”. MITO
Si se hace una dieta libre de gluten de por vida desaparecerán los síntomas de la celiaquía y sus complicaciones; como así también normalizarán los anticuerpos en sangre y la biopsia duodenal.
Si se vuelve a ingerir gluten seguramente volverán los síntomas, aumentarán los anticuerpos en sangre y encontraremos una biopsia nuevamente alterada.
5 – La dieta sin gluten adelgaza. MITO.
La mayoría de los panes sin gluten o pasteles contienen muchas más grasas y azúcares que sus equivalentes alimentos con gluten para conseguir la misma textura y esponjosidad. Los pacientes pueden aumentar de peso, es muy importante la visita periódica a una nutricionista especializada.
6 – Si el gluten es malo, todos deberíamos comer sin gluten, aunque no seamos celíacos.
El gluten no es malo, pero afecta negativamente a las personas celíacas. Para una persona no celíaca
Si bien es cierto que muchas veces se reduce el gluten por síntomas digestivos, los pacientes que no tienen enfermedad celiaca no deberían hacer dieta sin gluten estricta sin la consulta previa con el médico.
7 – Estoy haciendo la dieta libre de gluten, me hice los estudios y me dan bien, no soy celiaco. MITO
El hacer la dieta libre de gluten antes del diagnóstico altera los resultados, pueden dar bien los anticuerpos en sangre y la biopsia de duodeno.
Para hacer el diagnóstico es necesario estar consumiendo gluten en cantidades suficientes y por un tiempo determinado.
8 – Soy celíaco: comer cada tanto algo con gluten no me va a hacer mal. MITO.
Está comprobado que pequeñas trazas de gluten o contaminación cruzada pueden provocar síntomas y generar nuevamente anticuerpos en sangre y deterioro del intestino delgado.