Hinchazón, «tránsito lento», pesadez, estreñimiento y dolor de estómago forman parte de los trastornos digestivos funcionales más frecuentes.
El 29 de mayo es definido como el Día Mundial de la Salud Digestiva por la Organización Mundial de Gastroenterología (World Gastroenterology Organisation, WGO.), e inicia una campaña de Salud Pública mundial a través de sus 110 sociedades nacionales y 50.000 miembros (1).
En este contexto, entrevistamos a la Dra. Rosana Argento (M.N. 65500), Jefa de Consultorios Externos en Gedyt, abordando uno de los motivos más frecuentes de consulta en nuestros centros: “Como y me hincho, doctor”.
“Un abanico de posibilidades se abre frente a dicha consulta”.
Hinchazón, «tránsito lento», pesadez, estreñimiento y dolor de estómago forman parte de los trastornos digestivos funcionales más frecuentes. Entre ellos, la dispepsia funcional caracterizada por dolor, ardor, distensión abdominal, saciedad precoz (sentirse lleno rápidamente, dolor, náuseas y vómitos, que se prolongan más de tres meses), suele ser una de las primeras causas de visita en el consultorio.
¿Qué son los trastornos funcionales?
La Dra. Argento explica que «los trastornos funcionales digestivos son aquellos en los cuales los síntomas crónicos que presentan los pacientes al momento de la consulta no evidencian como causa una anormalidad estructural o bioquímica”. Es decir que, a menudo, los estudios convencionales no detectan alteraciones o lesiones visibles.
“La enfermedad funcional produce ausentismo laboral y deteriora de manera significativa la calidad de vida”.
Entonces, ¿podemos decir que es solo estrés?
En este sentido, la Dra. Argento aclara que “en los últimos años se ha tomado conocimiento de muchos casos que antes se atribuían a “problemas nerviosos” exclusivamente. Sin embargo, los avances científicos actuales permiten entender que, en algunos pacientes, los síntomas están más relacionados con ciertos alimentos, alergias a los mismos, alteraciones de algunos neurotransmisores, variaciones que pueden sufrir las bacterias intestinales cómo el sobrecrecimiento bacteriano, con infecciones gastrointestinales severas y con el uso de ciertos medicamentos”, concluye.
El estrés crónico siempre influye en todo y debemos tener herramientas para tratarlo. “Produce cambios en el aparato digestivo y en el sistema nervioso entre otras cosas, aumentando la permeabilidad intestinal, incrementando las contracciones musculares del tubo digestivo, espasmos y alteraciones de la motilidad. Esto se traduce en dolor abdominal, cambios en las evacuaciones, pesadez e intolerancia a las comidas”.
“En el último tiempo, se ha encontrado una relación directa entre el estrés emocional y las bacterias de la microflora colónica. Sin embargo, no todo tiene origen emocional. Hay pacientes con un aparato digestivo más predispuesto o sensible a este tipo de inconvenientes”.
La Dra. Argento explica: “para determinar que una enfermedad sea “Funcional” hay que descartar patologías que tienen tratamientos puntuales en las cuales al estudiarlas se encuentran alteraciones con daño visibles en los métodos complementarios y requieren un tratamiento específico”. Es decir, que todo paciente con síntomas de dispepsia debe consultar para poder definir cuál y qué estudio se debe solicitar (laboratorio, ecografías, endoscopias, test de sobrecrecieminto bacteriano, estudios de alergias alimentarias, tomografías, estudios funcionales específicos, etc ). Es importante conocer la edad, antecedentes personales y familiares, el tipo de dolor, la frecuencia, el compromiso general y el impacto en la calidad de vida.
“Detrás de la expresión ‘es nervioso’ hay un montón de causas a investigar. No dudes en consultar con un profesional”.
“CÓMO” se come, antes del “QUÉ” se come.
En un contexto de sobreinformación, de dietas prometedoras y de automedicación; si deben sugerirse hábitos saludables para una buena salud digestiva, la recomendación es no comer apresuradamente, realizar una alimentación variada (siempre y cuando no haya enfermedades de base que lo restrinjan), ingestas poco abundantes por las noches y realizar varias comidas pequeñas a lo largo del día más que enormes platos de una sola vez.
Asimismo, la actividad física es una herramienta valiosa y “está demostrado que mejora sustancialmente la calidad de vida como así también todas las estrategias que se consideren puedan ayudar al manejo del estrés. No todos están en las mismas condiciones de realizar estas actividades, pero se debe consensuar con cada uno la estrategia a seguir”, concluye Argento.
Lo que queremos decirles a nuestros pacientes.
“Dada la complejidad de nuestro aparato digestivo, es muy importante que te acerques a un profesional que pueda estudiarlo, descartar patologías específicas y dar un tratamiento adecuado y personalizado” destaca Argento y asegura: “lo más importante es que entiendas qué te pasa porque de esta forma mejora tu respuesta al tratamiento correspondiente”.
“La consulta es como confeccionar un traje a medida para cada paciente dadas las múltiples variables de cada ser humano”.
En el Día mundial de la Salud Digestiva, desde Gedyt Gastroenterología Diagnóstica y Terapéutica, destacamos la importancia de hacer una consulta médica especializada que pueda ayudarte y contribuir a mejorar TU calidad de vida.
Dra. Rosana Argento (M.N. 65500).
Médica de Staff de GEDyT.
Jefe de Consultorios Externos de GEDYT.
Bibliografía:
(1). http://www.worldgastroenterology.org/wgo-foundation/wdhd.