El reflujo es el pasaje del contenido gástrico hacia el esófago. Los síntomas típicos son la acidez o quemazón en el pecho.
Muchas personas padecen reflujo ácido ocasionalmente. Sin embargo, la enfermedad por reflujo ocurre cuando este síntoma se hace más frecuente, ocurriendo de manera semanal. ¿Cómo evitar el reflujo, y cómo tratarlo en caso de padecerlo ocasionalmente? Al final de la nota brindamos 9 consejos.
El reflujo gastroesofágico es el ácido estomacal que vuelve al esófago (tubo que conecta la boca al estómago). Esto se produce por la incontinencia del músculo que rodea la parte inferior del esófago que permite que este contenido ácido suba al esófago libremente, causando la inflamación de su pared.
Estos síntomas muchas veces pueden ser controlados mejorando los hábitos alimentarios y realizando ejercicio físico moderado. Pero en otros casos, estos cambios de estilo de vida no son suficientes, y el paciente necesita la ayuda de medicación o cirugía para aliviar sus síntomas.
¿Existen factores predisponentes?
Las siguientes situaciones pueden estimular la presencia de reflujo gastroesofágico:
• Comidas abundantes.
• Ir a dormir poco tiempo después de haber cenado.
• Obesidad central (panza voluminosa)
• Embarazo.
• Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo como la esclerodermia.
• Tabaquismo.
• Alimentos ricos en grasas.
• Ingesta de alcohol.
• Retraso del vaciado gástrico.
¿Cuáles son los síntomas del reflujo gastroesofágico?
Algunos síntomas frecuentes del reflujo gastroesofágico, son:
• Ardor que sube por detrás del esternón.
• Gusto ácido o amargo en la boca.
• Dificultad para tragar.
• Regurgitación de alimentos a la boca, amargos o con feo gusto.
• Sensación de tener una pelota en la garganta.
• Tos crónica.
• Carraspera.
• Apneas o alteración del sueño.
• Disfonía.
¿Cómo tratar el reflujo gastroesofágico?
Cuando los cambios en el estilo de vida y la medicación no mejoran los síntomas, el médico solicitará en primera instancia, una endoscopia digestiva alta.
Este estudio se realiza con el paciente dormido, introduciendo un endoscopio por la boca (tubo delgado equipado con una luz y una cámara en la punta) para poder evaluar si las paredes del esófago se encuentran inflamadas, en consecuencia, del reflujo ácido.
A aquellos pacientes que por alguna razón no respondan a los tratamientos médicos convencionales, se les solicitaran otros estudios como ser una pH-Impedanciometría (estudio con sonda para medir el ácido que regurgita del estómago al esófago), manometría esofágica (estudio que evalúa las contracciones, y por lo tanto, la motilidad de la pared del esófago al tragar) o una seriada esófago gástrica (para evaluar la anatomía del esófago), entro otros.
9 consejos para prevenir y tratar el reflujo gastroesofágico.
Ante reflujo gastroesofágico, lo primero que se deben realizar son cambios en el estilo de vida:
1. Cenar pequeñas cantidades y alimentos bajos en grasas.
2. Comer despacio masticando muy bien la comida.
3. Esperar dos horas para acostarse después de cenar.
4. Evitar bebidas gasificadas.
5. Levantar la cabecera de la cama al menos 15 centímetros elevando el cuerpo desde la cintura hacia arriba. Elevar solamente la cabeza con almohadas NO es eficaz.
6. Bajar de peso.
7. Realizar actividad aeróbica moderada en forma diaria.
8. Dejar de fumar.
9. Evitar usar ropa ajustada a nivel del abdomen.
Si dichos cambios no tuviesen resultados en los síntomas de reflujo, el médico procederá a la indicación de medicamentos para aliviar los síntomas del paciente.
Equipo de Gastroenterología.
Gedyt S.A.