En este artículo se exploran las principales temáticas relacionadas a la salud digestiva y al cuidado gastrointestinal en general. De la mano de los profesionales de Gedyt, se recorren las mejores prácticas saludables, de prevención y cuidado, así como las principales inquietudes sobre las enfermedades digestivas y sus posibles tratamientos.
Hábitos saludables: ¿qué hacer y qué evitar para cuidar tu salud digestiva?
La adopción de buenas prácticas de salud es clave para alcanzar y mantener el bienestar gastrointestinal. Entre las recomendaciones más importantes se encuentran consumir alimentos ricos en fibra y bajos en grasas, como pescados, huevos y carnes magras. También es fundamental incorporar legumbres, verduras y frutas a la dieta diaria. En paralelo, debemos reducir el consumo de carnes grasas, harinas y azúcares, y evitar bebidas alcohólicas y gaseosas. Además, es crucial mantener una hidratación adecuada, bebiendo entre 1,5 y 2 litros de agua al día.
El bienestar del sistema digestivo no solo depende de lo que comemos, sino también de cómo lo hacemos. Comer despacio y masticar bien los alimentos permite que el proceso digestivo sea más eficiente. El estómago, a menudo llamado nuestro «segundo cerebro», tiene una conexión directa con nuestro bienestar emocional y físico. Dormir lo suficiente y reducir el estrés son también componentes esenciales para el equilibrio de nuestro sistema gastrointestinal. Realizar una buena digestión es esencial para evitar complicaciones.
Más allá de las visitas al médico, todas las personas pueden adoptar hábitos saludables que promuevan el bienestar digestivo. Encontrar actividades que te hagan sentir bien, reducir los niveles de estrés y priorizar el autocuidado diario son pequeñas acciones que pueden generar grandes cambios en nuestra salud en general.
Alimentación: un factor clave para toda vida saludable
Nuestra salud depende casi en un 100% de lo que ingerimos. En los últimos años, se habla de alimentación consciente, una práctica clave para mejorar la salud digestiva y general. Este enfoque se basa en prestar atención plena a la experiencia de comer, lo que incluye observar y saborear los alimentos con todos los sentidos. Al enfocarse en la apariencia, el aroma y el sabor de los alimentos, y al comer lentamente, se facilita una mejor digestión y absorción de nutrientes. Esto no solo ayuda a evitar problemas digestivos como la constipación o el dolor abdominal, sino que también contribuye a una mayor satisfacción con las comidas y una mejor regulación del apetito.
Además, es crucial despejar los mitos comunes sobre la alimentación saludable para tomar decisiones informadas. Por ejemplo, no siempre es cierto que los alimentos light sean mejores para la salud; a menudo contienen más azúcares o aditivos para compensar la falta de grasa. También, la delgadez no garantiza una salud óptima, y el uso excesivo de edulcorantes puede tener efectos adversos. La clave para una buena salud digestiva radica en una dieta equilibrada y variada, junto con hábitos de vida saludables como la actividad física regular y una adecuada hidratación. Implementar prácticas como comer despacio y masticar bien los alimentos puede marcar una gran diferencia en el bienestar digestivo.
Prevención: ¿qué estudios hay que realizar periódicamente?
La endoscopia digestiva alta y la endoscopía digestiva baja son métodos que, en la actualidad, se realizan bajo sedación y que los pacientes pueden tolerar con resultados positivos. Estos análisis permiten tener un diagnóstico precoz de cáncer de esófago y estómago, pólipos, tumores colónicos, etc.
El desarrollo de estas exploraciones ha permitido un gran avance en el estudio de las enfermedades digestivas y en el manejo de lesiones que tiempo atrás suponían una prescripción quirúrgica y que hoy -gracias a los métodos endoscópicos- se pueden tratar adecuadamente con una menor incidencia de complicaciones que la cirugía, logrando el control total de la enfermedad.
Las endoscopías como oportunidad: ¿en qué consisten y cómo son sus preparaciones?
Si hablamos de salud digestiva, los estudios de exploración de todo el aparato digestivo se presentan como una inmejorable oportunidad para su cuidado y atención. Las endoscopías digestivas altas y bajas (colonoscopías) son procedimientos seguros, realizados por profesionales médicos, asistentes y anestesiólogos. ¿En qué consiste cada una?
- La Endoscopía, también conocida como Video Endoscopía, Endoscopía Digestiva Alta, VEDA, o Esofagogastroduodenoscopía, es un procedimiento endoscópico que permite examinar la parte alta del tracto gastrointestinal, compuesto por el esófago, el estómago y el duodeno. Se utiliza un tubo delgado y flexible llamado endoscopio, que posee una lente propia y cámara de televisión integrada a un circuito computarizado digital. El mismo es colocado por la boca para la visualización de la mucosa y la toma de imágenes correspondientes a los hallazgos.
- La Colonoscopía, también denominada Video Colonoscopía, Endoscopía Baja o VCC es un procedimiento endoscópico que permite examinar el colon con el objetivo de detectar alteraciones en la mucosa del recto y del colon. Se utiliza un tubo delgado y flexible, llamado colonoscopio, que posee una lente propia y cámara integrada a un circuito computarizado digital. Su implementación busca visualizar la mucosa colónica, la toma de fotografías correspondientes a los hallazgos y eventuales maniobras terapéuticas.
Sobre la anestesia: Todos los procedimientos se realizan bajo una sedación para garantizar el confort de cada paciente. Esta anestesia utilizada es, a su vez, lo suficientemente suave como para no generar complicaciones posteriores. A menudo los pacientes manifiestan sus preocupaciones sobre la sedación, por lo que es importante destacar la seguridad de su utilización durante cada estudio realizado.
Salud digestiva: el cáncer de colon es prevenible y curable en un 90% de sus casos.
A partir de los 45-50 años, es fundamental comenzar a realizarse estudios endoscópicos para la prevención y detección temprana de lesiones esofágicas y colónicas. Los estudios como la colonoscopía permiten identificar cambios en el tejido o la presencia de pólipos que, con el tiempo, podrían evolucionar a cáncer. Si bien el cáncer de colon es la segunda causa de muerte más frecuente en nuestro país (Argentina), la detección temprana SALVA VIDAS. Al identificar lesiones en etapas iniciales, las tasas de éxito en el tratamiento son mucho mayores, logrando curar la enfermedad o prevenir su progresión.
El cáncer de colon afecta principalmente a hombres y mujeres mayores de 50 años, con un pico de incidencia entre los 65 y 75 años. Sin embargo, en personas con antecedentes familiares de cáncer de colon, el riesgo aumenta significativamente, y la enfermedad puede presentarse a una edad más temprana. Es por eso que las personas con familiares directos que hayan padecido esta enfermedad deben comenzar los controles antes de los 50 años, generalmente a los 40 o incluso antes, dependiendo de las recomendaciones médicas.
A pesar de la influencia de los antecedentes familiares, es importante destacar que la mayoría de los casos de cáncer de colon se desarrollan en personas sin antecedentes personales o familiares de cáncer. Esto significa que todas las personas deben prestar atención a la prevención y acudir a los controles correspondientes. La falta de síntomas en las etapas tempranas del cáncer de colon es lo que lo hace particularmente peligroso, pero con una detección a tiempo, el tratamiento puede ser altamente efectivo. Por ello, la concientización sobre la importancia de los estudios preventivos es clave para reducir la mortalidad causada por esta enfermedad.
Principales consultas en gastroenterología: otras sintomatologías asociadas.
- Salud digestiva: la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) son un conjunto de enfermedades inmuno-mediadas y poco frecuentes. Dichas afecciones incluyen la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y colitis microscópicas. Leer más sobre enfermedades inflamatorias intestinales.
- Salud digestiva: enfermedades de alta complejidad.
SIBO: un tema en boca de todos.
¿Qué es SIBO?
El SIBO o sobrecrecimiento bacteriano (SIBO) por sus siglas en inglés) se detecta y diagnostica a través del TAE, un estudio no invasivo y se basa en la capacidad que tienen las bacterias del intestino en producir hidrógeno (H2) al actuar sobre un sustrato fermentable. Éste se absorbe a través de la pared intestinal y un 20% se elimina en el aire espirado, a través de la cual se puede cuantificar. Las unidades se expresan en ppm o cantidad de H2 y CH4 en partes por millón.Ver más: La Dra. Mercedes Rebay explica.
Sobre el estudio en Gedyt. Realizamos el estudio para diagnosticar SIBO. Se denomina TAE (Test de Hidrógeno en Aire Espirado). A partir de una preparación previa en la que se restringen múltiples alimentos y sustancias ingeridas, se analiza el aire que los pacientes espiran. Ante síntomas gastrointestinales que no mejoran con el tiempo, una posibilidad es que las personas sufran esta patología.
SIBO: ¿En qué se diferencia de la enfermedad celíaca?
La enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten no celíaca son dos condiciones diferentes, relacionadas al gluten, una proteína que se encuentra en ciertos cereales como el trigo, la avena, la cebada y el centeno. Conocer más.
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